Descubrir Nancy, joya de Lorena
Ciudad de arte, historia y cultura, Nancy seduce por la armonía de sus plazas inscritas en la UNESCO, la riqueza de su patrimonio Art Nouveau y la suavidad de vida que se desprende de ella. Entre fachadas doradas, callejuelas antiguas, jardines elegantes y una gastronomía generosa, ofrece una experiencia auténtica, a escala humana, ideal para una escapada en solitario, en pareja o en familia.
Un patrimonio arquitectónico excepcional
En el corazón de la ciudad, la plaza Stanislas fascina por su equilibrio perfecto, sus verjas doradas y sus majestuosos edificios. Pasear por esta plaza emblemática es sentir toda la grandeza del Siglo de las Luces. A su lado, las plazas de la Carrière y de la Alianza forman un trío inscrito en el patrimonio mundial de la UNESCO. Levante la vista, cada detalle cuenta una página de la historia lorenesa.
El casco antiguo y sus tesoros escondidos
Paseando por la ciudad vieja, descubrirá el Palacio de los Duques de Lorena, la Puerta de la Craffe, la iglesia de los Cordeliers o las encantadoras calles empedradas. Esta parte de Nancy revela un rostro más íntimo, medieval y renacentista, donde es agradable perderse entre fachadas de piedra, placitas arboladas y cafés discretos.
Nancy y el Art Nouveau: un museo al aire libre
Nancy fue a principios del siglo XX un centro importante del Art Nouveau. El movimiento de la Escuela de Nancy dejó allí un patrimonio único, visible en muchas fachadas privadas pero también en el Museo de la Escuela de Nancy y en la Villa Majorelle. Paseando por el barrio de Saurupt o alrededor del parque Sainte-Marie, encontrará vitrales, trabajos en hierro forjado y mosaicos que dan testimonio de este impulso artístico excepcional.
Barrios animados y acogedores
Nancy no se limita a su centro histórico. El barrio Charles III, con su mercado central y sus comercios, invita a sumergirse en la vida cotidiana de los habitantes de Nancy. La calle de los Maréchaux, apodada “la calle gourmet”, concentra numerosas direcciones donde saborear las especialidades locales en un ambiente cálido. Las orillas del Meurthe y del Mosela, por su parte, ofrecen escapadas naturales accesibles a pie o en bicicleta.
Eventos durante todo el año
Nancy vive al ritmo de un calendario cultural rico. En primavera, coros de todo el mundo se reúnen para el Festival Internacional de Canto Coral. En verano, las fachadas de la plaza Stanislas se animan cada noche con un grandioso espectáculo de luz y sonido. El otoño da paso al festival Nancy Jazz Pulsations, una verdadera institución musical. Y en diciembre, la ciudad se engalana de luces para las fiestas de San Nicolás y su mágico mercado navideño.
Una escena artística contemporánea dinámica
Nancy también sabe sorprender por su efervescencia cultural más confidencial. El antiguo sitio industrial de Alstom acoge hoy artistas, galerías, conciertos y exposiciones. Lugares alternativos como Le Hublot o la MJC Lillebonne permiten descubrir talentos locales y proyectos innovadores en un ambiente acogedor y creativo.
Los placeres simples de los habitantes de Nancy
Nada mejor que un paseo por el parque de la Pépinière, verdadero pulmón verde del centro de la ciudad. Allí encontrará corredores, familias, músicos y jugadores de petanca, en un ambiente tranquilo y animado. No muy lejos, los pasajes cubiertos del centro ofrecen un momento suspendido entre boutiques de creadores y cafés discretos.
Un patrimonio culinario generoso
Nancy también deleitará su paladar. Entre los imprescindibles: la auténtica quiche lorraine, el contundente potée y los embutidos locales. En cuanto a dulces, no se pierda el pastel Saint-Epvre, los macarons, las bergamotas, las duquesas de Lorena o las madeleines de Liverdun. Todo para saborear en una pastelería histórica o con un artesano apasionado.
Encuentros con artesanos locales
Las microcervecerías de Nancy como La Fabule o los tostadores de café del barrio le abren sus puertas para descubrir su saber hacer. Estas direcciones, discretas pero auténticas, reflejan un fuerte compromiso con la producción artesanal y los circuitos cortos. Algunas incluso ofrecen visitas o talleres para los gourmets curiosos.
Paseos fluviales e itinerarios insólitos
Para una nueva mirada sobre la ciudad, embárquese en un crucero fluvial por el Meurthe o el canal del Marne al Rin. Otra opción consiste en seguir uno de los recorridos temáticos propuestos por la oficina de turismo: Nancy criminal, Nancy Art Nouveau, Nancy nocturna… tantas maneras originales de apropiarse del lugar de otra forma.
Secretos bien guardados y detalles olvidados
Tómese el tiempo de localizar los “adoquines de la memoria” diseminados por las aceras, que rinden homenaje a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial. Abra la puerta de la Biblioteca Stanislas para admirar su carpintería y descubrir sus colecciones antiguas. O déjese llevar por una visita teatralizada donde la historia cobra vida a través del juego de actores apasionados.
Dormir en Nancy: una amplia oferta de alojamientos
Ya sea que busque un hotel con encanto a pocos pasos de la plaza Stanislas, una dirección de diseño en un barrio tranquilo, un alojamiento familiar o una opción económica, Nancy ofrece una gama completa de establecimientos acogedores. Desde cada uno de ellos, podrá llegar fácilmente a pie o en tranvía a los principales lugares de interés.
Un arte de vivir a la lorena
Nancy es, finalmente, una forma de vida: tranquila pero animada, refinada sin ostentación, inventiva y a la vez arraigada. Se disfruta del aperitivo en terraza, de las pausas culturales improvisadas, de los paseos a la luz dorada del atardecer. Aquí, el visitante está invitado a tomarse su tiempo, a descubrir a su ritmo, a saborear cada instante.













